Vygotsky creía que el desarrollo mental, lingüístico y social de los niños está apoyado y mejorado por la interacción social con otros niños. Este punto se contrapone a la perspectiva de Piaget, en la que los niños son promotores aislados de su inteligencia y lenguaje propios.
Para Vygotsky, la interacción social fomenta el desarrollo. Según Lev Vygotsky, “el aprendizaje se despierta a través de una variedad de procesos de desarrollo que pueden operar sólo cuando el niño está interactuando con personas de su entorno y con colaboración con sus compañeros. Una vez que estos procesos han sido interiorizados, forman parte del propio logro de desarrollo independiente.”
Vygotsky señala que todo aprendizaje en la escuela siempre tiene una historia previa, ya que todo niño ha tenido experiencias antes de entrar en la fase escolar, por tanto aprendizaje y desarrollo están interrelacionados desde los primeros días de vida del niño.
Refiere dos niveles evolutivos:
- Nivel evolutivo real: comprende el nivel de desarrollo de las funciones mentales de un niño. Supone aquellas actividades que los niños pueden realizar por sí solos y que son indicativas de sus capacidades mentales.
- Nivel de desarrollo potencial: Este nivel constituye lo que los niños pueden hacer con ayuda de “otros”, en cierto sentido, es más indicativo de su desarrollo mental que lo que pueden hacer por sí solos. Si se le ofrece ayuda o se le muestra cómo resolver un problema y lo soluciona, es decir, si el niño no logra una solución independientemente del problema, sino que llega a ella con la ayuda de otros constituye este nivel.
Se demostró que la capacidad de los niños, de idéntico nivel de desarrollo mental para aprender variaba en gran medida, e igualmente el curso de su aprendizaje sería distinto. Esta diferencia se denomina zona de desarrollo próximo.
- Zona de desarrollo próximo: no es otra que la distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver un problema de forma independiente, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con un compañero más capaz. La zona de desarrollo próximo define aquellas funciones que todavía no han madurado, pero que se hallan en proceso de maduración, es decir, pueden ser capaces de realizar por el niño en un futuro pero que en ese momento deben ser guiadas por una persona más capaz.
De esta manera se considera que el aprendizaje estimula y activa una variedad de procesos mentales que afloran en el marco de la interacción con otras personas, interacción que ocurre en diversos contextos y e siempre medida por el lenguaje. Esos procesos son internalizados en el proceso de aprendizaje social hasta convertiste en modos de autorregulación.
Por otra parte, cabe destacar la intersubjetividad, concepto vygotskiano que se basa en la idea de que los individuos llegan a una tarea, problema o conversación con sus propias formas subjetivas de darle sentido. Si entonces discuten sus distintos puntos de vista, el entendimiento compartido podrá alcanzarse. En otras palabras, en el curso de la comunicación, los participantes pueden llegar a un entendimiento mutuamente acordado o subjetivo.
Vygotsky también creía que la comunicación o el diálogo entre el maestro y el niño es muy importante y literalmente se convierte en un medio para ayudar a la construcción de conceptos del niño, o a desarrollar conceptos nuevos y hacerles pensar en su camino para conceptos de rango superior. El andamiaje, concepto acuñado por Bruner, es una ayuda de algún tipo que permite a los niños llevar a cabo tareas que, de forma independiente no pueden hacer. Cuando un adulto “asiste” el niño para aprender a caminar, por ejemplo, está construyendo un camino que va desde la incapacidad a la capacidad. En resumen, el andamiaje es la asistencia en la zona de desarrollo próximo y es uno de los componentes principales de la enseñanza. A través del andamiaje, el educador guía y ofrece apoyo al aprendizaje del lenguaje del niño construyendo lo que saben hacer, haciéndolos pasar a un nivel superior de aprendizaje.
Vygotsky analiza, además, el desarrollo evolutivo del juego en la Educación Infantil desatacando dos fases significativas:
Habría una primera fase, de dos a tres años, en la que los niños juegan con los objetos según el significado que su entorno social más inmediato les otorga. Esta fase tendría dos niveles de desarrollo:
- En el primero, aprenden lúdicamente las funciones reales de los objetos que tienen en su entorno socio-cultural, tal y como el entorno familiar se lo transmiten.
- En el segundo, aprenden a sustituir simbólicamente las funciones de dichos objetos. O lo que es lo mismo, otorgar la función de un objeto a otro significativamente similar. Han aprendido, con la adquisición del lenguaje, a operar con significados.
Después, la segunda fase de tres a seis años, a la que llama fase del “juego socio-dramático”. Ahora se despierta un interés creciente por el mundo de los adultos y lo construyen imitativamente, lo representan. Avanzan en la superación de su pensamiento egocéntrico y se produce un intercambio lúdico de roles de carácter imitativo que nos permite averiguar el tipo de vivencias que les proporcionan las personas de su entorno próximo.
A medida que el niño crece el juego dramático, la representación “teatral” y musical con carácter lúdico, podrá llegar a ser un excelente recurso psicopedagógico para el desarrollo de las habilidades afecticas y comunicativas.
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