Tanto el marxismo como la Revolución Rusa, en la que Vygotsky vivió su infancia y juventud, fueron grandes influencias para la creación de sus pensamientos y teorías.
Vygotsky considera el aprendizaje como uno de los mecanismos fundamentales del desarrollo. Se basó en una teoría básica: histórico-cultural, siguiendo por el camino del constructivismo social. El cual afirma que la adquisición de los distintos aprendizajes dependerá en gran medida del medio social en el que viva su infancia, así como la influencia de los contextos sociales y culturales. Es decir, para este autor, la mejor enseñanza es la que se desarrolla en la interacción social.
Vygotsky introduce tres conceptos principales que son: desarrollo real, desarrollo próximo, y desarrollo potencial, todos inseparables e importantísimos para la adquisición de un aprendizaje.
Puesto que el aprendizaje y el desarrollo son dos procesos que interactúan, hay que tener presentes durante estos dos procesos, dos aspectos fundamentales: la importancia del contexto social y la capacidad de imitación.
Señala que aprendizaje y desarrollo están interrelacionados desde los primeros días de vida del niño, ya que todos tienen experiencias antes de entrar en la fase escolar. El aprendizaje escolar ha de ser coherente con el nivel de desarrollo del niño. El aprendizaje se produce más fácilmente en situaciones colectivas.
Hay que destacar un gran concepto Vygotskyano: la intersubjetividad, lo que define como el “acuerdo” o “entendimiento” al que llegan unos individuos, por tener cada uno sus propias formas subjetivas y sus distintos puntos de vista.
También investigo sobre el lenguaje y su desarrollo a lo largo de la vida de una persona. Así como la importancia que da a la interacción con otros niños y adultos para su adquisición. Sostiene que pensamiento y lenguaje están separados y son distintos, hasta los dos años.
Dicho esto, explica que las palabras comienzan siendo emocionales; luego designan objetos concretos, y por último, asumen su significado abstracto. Defiende el lenguaje como una herramienta fundamental para la comunicación social del ser humano.
En su investigación sobre el juego y los juguetes, analizó principalmente el desarrollo evolutivo del juego en la Educación Infantil, desatacando dos fases significativas: La primera fase, de dos a tres años, en la que los niños juegan con los objetos según el significado que su entorno social más inmediato les otorga, y la segunda fase, de tres a seis años, a la que llama fase del “juego socio-dramático.
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